La muerte, nunca mentada, está al acecho. Presiento lo que va a venir, y no me parece mal. No me da miedo, nunca he tenido miedo, y menos a lo que estamos hablando, comentó sacando otra vez esa media sonrisa picarona. Es un acabamiento y todo lo que empieza debe terminar, argumentó.
Una vez hecho todo lo debido, y mucho más, no debiera, pero reprocho al escritor la osadía de flaquear.
A veces, tejidos los cielos de doradas tribulaciones...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPara mi escritor favorito, que representa todo eso de lo que estoy hecho...
ResponderEliminar