El prado de Proserpina
Tranquila, sola y serena respiro...
No hay prisas,
no existen ni nunca han existido.
El orbe permanece ausente,
los cielos siguen tersos,
el pasado ya se ha ido.
Jaroslaw Datta
Esperas y espero
Somos esperanza en carne y en mente,
ansiamos el día primero tras el postrero,
que es el único horizonte
en el paisaje del mundo;
la única pasarela en este crucero
que atraviesa el mar profundo.
Tranquila, no hay prisas
y nunca las hubo...
Fueron fuegos de artificio
que quemaron mis pupilas
engañándome y distrayéndome de lo oscuro...
del alma que respira,
de mi verdadero anhelo,
del aliento tuyo.
No hay prisas,
no existen ni nunca han existido.
El orbe permanece ausente,
los cielos siguen tersos,
el pasado ya se ha ido.
Jaroslaw Datta
Esperas y espero
Somos esperanza en carne y en mente,
ansiamos el día primero tras el postrero,
que es el único horizonte
en el paisaje del mundo;
la única pasarela en este crucero
que atraviesa el mar profundo.
Tranquila, no hay prisas
y nunca las hubo...
Fueron fuegos de artificio
que quemaron mis pupilas
engañándome y distrayéndome de lo oscuro...
del alma que respira,
de mi verdadero anhelo,
del aliento tuyo.